Si alguna vez os habéis preguntado cómo es el proceso de diseño de un producto, hoy os traemos la respuesta. Por nuestra parte, queremos aportar un poco de luz a un tema desconocido para el gran público, y para ello tomaremos como ejemplo un modelo de gafas de sol que puede considerarse un hito del diseño. Y bien, ¿cómo empieza todo?
El primer paso es el briefing inicial. Aquí, el cliente expone sus necesidades y los requerimientos técnicos y económicos, así como los condicionantes estéticos que desea añadir a su producto. Se establece el timing inicial y las etapas del proceso de diseño que se deben cumplir en tiempo y forma. Esto forma parte de la fase de ingeniería preliminar, y de este modo se estudia la viabilidad del proyecto como paso previo a cualquier propuesta de diseño.
A partir de aquí, da comienzo la fase de concepto. En este momento se estudia en mayor medida la estética del producto y las connotaciones que el diseño quiere evocar en el usuario. Es habitual el uso de herramientas como el bocetado o el renderizado para profundizar en este sentido y para expresar con mayor claridad las ideas iniciales del diseñador. Es habitual hacer una serie de propuestas de diseño al cliente, siempre teniendo en cuenta el proceso de fabricación y los requerimientos funcionales que se añadirán a posteriori al diseño del producto.
Una vez se decide un concepto de diseño, se debe empezar a trabajar en el diseño de detalle o diseño manufacturable del producto. Desde el inicio del siglo XX, la manufactura de productos industriales se programa siguiendo unas líneas de montaje específicas para cada caso y en función del proceso de fabricación establecido. En este sentido, se han de aplicar una serie de características de diseño también en función de los atributos que se desea incorporar al producto.
Cuando el diseño del producto está lo suficientemente maduro, se da inicio a la fase de prototipos. Es el momento de hacer uso de las técnicas de additive manufacturing para ver físicamente el estado del producto, sus características funcionales o las líneas de diseño que se han aplicado. Los prototipos pueden servir también para hacer unas primeras pruebas de calidad y estudiar su comportamiento mecánico. Es habitual que surjan cambios de diseño a partir de esta fase, y es que es verdad que no es lo mismo lo que se ve a través de una pantalla que el modelo en realidad.
Finalmente, cuando se ha optimizado el modelo, el diseño cumple con las especificaciones iniciales y el cliente está completamente satisfecho, es hora fabricar en serie. Para ello, se hace necesario la realización de planos de detalle y de fabricación del producto, así como el diseño de útiles de soporte a la manufactura para completar la ingeniería de procesos.
Una vez llegado a este punto, es habitual alguna modificación de última hora en la geometría del producto debido a algún ajuste que requiera el fabricante o en función del criterio del departamento de calidad cuando salen las primeras piezas a nivel previo a la fabricación final.
En Round Corner somos expertos en el diseño de producto desde la fase de ingeniería preliminar a la industrialización. Si os queda alguna duda o queréis darle forma a una idea, no dudéis en poneros en contacto.